Me he perdido muchas veces en esta vida, por muchos motivos, he andado por callejones oscuros y solitarios, he transitado sola o en compañía pero sintiéndome lejana, casi en otro lado. He recorrido lugares solitarios, tristes y desolados, en donde casi no veo nada o lo poco que se mira es una niebla intensa, pero también te digo, que me he encontrado, que siempre siempre me vuelvo a encontrar, que ese camino recorrido con dudas y miedos me ha llevado a ser lo que soy hoy, más fuerte, más segura, más firme, más relajada y tranquila a la vez; ahora lo que los demás piensen me importa muy muy poco, vivo para hacerme feliz a mí, a mi niña interior que quiso muchas cosas y que hoy puedo dárselas gracias a que puedo trabajar para ello, y puedo decirle a esa niña: si te gusta mi amor “do it”. 

Si es cierto que recorrer esos pasillos de oscuridad puede ser difícil, que da miedo, incluso terror, pero la idea es no parar, continuar avanzando aunque sea con temor, aunque cueste a veces, aunque no se tengan ganas o aunque no se quiera, porque sí el miedo paraliza, paraliza la mente y el espíritu, detiene las ideas y entonces no encuentras la salida; no sabes qué hacer o hacia dónde dirigirte. 

Pero sabes qué ??? El secreto está en avanzar, porque avanzando se llega siempre a un lugar nuevo, y siempre esos lugares son mejores que el anterior. La vida se trata de eso, y no es que yo tenga las respuestas mágicas a todo y sea una Coach de vida y todo eso, no, pero a mi edad he vivido bastante, como mujer, como madre, como inmigrante en otro país, como persona que detestaba los cambios y que ahora agradece a Dios y al Universo por cada uno de ellos, porque me llevaron a personas y lugares que amo, que no me imagino no haberlos conocido, no me imagino no haber tenido las conversaciones más sinceras, las más graciosas en que hasta lágrimas salieron de mis ojos porque la risa no era suficiente, haber abrazado a las que son hoy mis amigas, haber conocido lugares entrañables con personas entrañables, haber bailado en sitios inimaginables donde mi alma se sintió libre y feliz al mismo tiempo, haber querido gritar y también reír, llorar y temblar pero todo eso de felicidad, haber ganado premios, reconocimientos, haber ensayado horas hasta el cansancio, haber gritado en conciertos hasta salir sin voz, haber bailado en fiestas hasta no sentir los pies, sentir la satisfacción del deber cumplido, sentir el orgullo correr por las venas, sentirme tan feliz y orgullosa de mi misma por el esfuerzo, dedicación y trabajo realizado. Puedo seguir enumerando cada sensación y sentimiento nuevo que viví gracias a eso: a moverme, a continuar, a no estancarme, a no tenerle miedo a los cambios, a las cosas o lugares nuevos, a no temerle “a vivir”. 

Hoy te invito a que sigas, a que rías a que llores si es necesario, si sientes ganas, no te prives de sentir emociones, no te prives de hacer aquello que has soñado, aquello que has querido o de hacer el viaje que siempre quisiste, lee, baila, canta, conoce lugares, intenta cosas nuevas, sueña y trabaja por tus sueños, descansa pero no demasiado porque la vida es corta, muy corta, mantente activo (a), avanza, siempre avanza, aunque sea con miedo pero “Keep going” … te aseguro que adonde vas a llegar será siempre mejor que donde estabas, si te quedas el mismo lugar nunca llegarás a tu meta. 

Avanza a tu ritmo pero avanza. 

Chiara.